Padres e hijos

PADRES E HIJOS: EL PODER DE LAS EXPECTATIVAS

Cómo la mirada de los padres influye en la autoestima de sus hijos

¿Sabías que la imagen que tienes de tu hijo puede tener un impacto en cómo se ve a sí mismo?

Cuando piensas que tu hijo es vago por no hacer los deberes y se lo comunicas constantemente de formas como “eres vago”, “eres un desastre”…,  es muy probable que, en vez de fomentar que sea más responsable, consigas que interiorice esa creencia y se comporte de manera que la confirme. Es decir, que piense: “soy un vago, entonces me comporto como tal”.

¿Por qué ocurre esto? La manera en la que nos percibimos está influenciada en gran medida por lo que nos transmiten los demás sobre cómo somos. Esto está relacionado con un fenómeno conocido en Psicología como el Efecto Pigmalión. Habla sobre la influencia que tienen las expectativas de una persona sobre el desempeño de otra.  

Transmitirle a otro reiteradamente que es de cierta forma, contribuye a que se lo crea y, por tanto, actúe en consecuencia. De esta manera, esa expectativa acaba por volverse cierta, ocurriendo lo que se llama una profecía autocumplida. “¿Para qué esforzarse en cambiar, si soy así?”

Si le dices que es distante, no mostrará afecto. 

Si le dices que es desordenado, no recogerá su habitación.

Si le dices que es una mala persona, se comportará como tal. 

¿Qué crees que puede pasar si oye constantemente que es capaz?

Efectivamente, el efecto Pigmalión puede tener repercusiones positivas. Cuando se tienen expectativas positivas y realistas sobre alguien y se transmite confianza en su potencial y capacidades, esa persona creerá más en sí misma y será más propensa a esforzarse por confirmar esa creencia. 

¿Qué puede ayudar?

Reforzar positivamente, mediante elogios, cada vez que aparezca esa conducta que deseamos que se repita con mayor frecuencia. 

Diferenciar entre conducta (lo que hace) e identidad (lo que es). Se trata de corregir conductas inapropiadas, sin utilizar etiquetas negativas. De esta manera, el mensaje que recibe es que independiente de cómo es, puede cambiar su conducta. 

Es normal que puedan escaparse muchas veces estas frases negativas del tipo “eres”. Lo importante es ser consciente de ello para poder cambiarlo.

Recuerda, los mensajes que reciben los niños desde pequeños sientan las bases de su autoestima. Tu lenguaje tiene un poder muy potente. Al ser cuidadoso en la manera de hablar a tu hijo, estarás cultivando en él una mayor confianza sobre sí mismo.

Si necesitas ayuda, no dudes en contactarnos: info@iluminapsicologia.com

Maria Gabriela Palma 

Psicóloga colegiada M-40285